El roce de tu mejilla en mi piel.
El peso de tu cabeza en mi brazo.
El cosquilleo de tu pelo en mi hombro.
Tu aliento fresco.
Tu aroma dulce.
Babeo.
Jadeo.
Sosiego.
Multiplicado por dos.
Uno a cada lado.
Felicidad suprema.
¡Que no se acabe el viaje!
Pues se acabó, Paqui, se acabó.
ResponderEliminarTenía que pasar.
ResponderEliminarPero los recuerdos y las vivencias no me las quita nadie.
Un beso.
Confórmate pensando que tu hombro, el tuyo, nunca les fallará. ¡¡¡Buen viaje!!! Bsts. MARI
ResponderEliminarCierto, guapa, muchas gracias,
EliminarMis dos hombros nunca les fallarán.
Besos.