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8 de septiembre de 2011

Mamá-coche escoba

De todos es sabido que en una casa hay tres tipos de tareas.
Las tareas colectivas/compartidas, de las cuales hay que hacer un reparto equitativo i/o proporcional a la edad de los hijos,  al tiempo disponible y al rango de cada miembro de la familia. Se trata de tareas planificadas en equipo y para el equipo y es conveniente valorar regularmente su aplicación. A este grupo pertenecerían tareas del tipo hacer la compra, poner la mesa, bajar la basura, reciclar, recoger la ropa, tender, lavar, planchar, cocinar, limpiar... Tareas imprescindibles para una sana convivencia.
Las tareas individuales, aquellas que revierten personalmente en cada uno de los componentes de una familia. Su cumplimiento suele ser conflictivo y se recurre contínuamente a la coletilla "luego lo hago". No se trata de tareas imprescindibles, pero aseguran salubridad y salud mental para el conjunto familiar. Si no se realizan, se incurre en:  habitaciones patas arriba,  bambas dueñas y señoras del salón,  camas sin hacer,  mochilas de deporte sin vaciar,  música a toda pastilla,  ordenadores al rojo vivo, deberes huérfanos,  móbiles cargando a todas horas...  Controlar que este tipo de tareas se lleven a cabo con constancia nos asegura un desquicie asegurado.
Y, por último, las protagonistas de esta entrada: las tareas de mamá-coche escoba, o lo que es lo mismo: una serie de gestos indispensables que, o las realiza la mamá-coche escoba, o suelen pasar totalmente desapercibidos dada la memoria selectiva y perecedera de algunos "compañeros" de vivienda (en mi caso, los hombres de mi casa).
¿Perfeccionistas? ¿Ordenadas? ¿Capiculadas? ¿Tiquismiquis?.¿Maniáticas?
A observar: Rellenar el dosificador de jabón. Meter el agua en la nevera. Estirar una arruguita de la colcha. Poner bien los cojines del sofá. Enderezar una alfombra. Tirar el cartón del papel higiénico. Colgar bien la toalla. Tapar la botella de gel. Cerrar el inodoro. Acompañar la ropa sucia hacia su cesto. Clasificar sin error la ropa sucia por colores. Ventilar... ¿Se os ocurre alguna más?

(Imagen: pensarenmujer.com)