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15 de mayo de 2011

...con flores a María

Un mes de mayo nuevo en mi vida. 
Mes que me huele a retama,  lirios,  rosas, hierbabuena y  claveles.
Mes que devuelve a mi mente un canto: "Venid y vamos todos con flores a Maria, con flores a María, que madre nuestra es".
Me confieso "Mariana". Sí. Durante nueve años de mi vida he cantado esta canción cristiana popular al principio de cada jornada escolar del quinto mes del año. Época del colegio. Colegio de monjas franciscanas. Infancia, ingenuidad, creencia,  ternura. Adolescencia, pubertad, costumbre, entretenimiento, disciplina.
Una vez superada esa década y otras muchas más, resulta que ahora, en la casi recién estrenada juventud de mi madurez, me sorprendo tatareándola y me embarga la nostalgia.Y no reniego de ello, ni lo callo. Renegar es un verbo cuya acción nunca  me acompaña. Me enorgullece lo vivido. Mi pasado es mi presente y me configura. Por eso, ahora que hace casi cuatro décadas que no soy practicante obligada, me sorprendo gratamente recordando la imaginería en las aulas de mi infancia, la canción que marcó mi generación  y el color y el aroma de aquellas flores que ofrecíamos todas las niñas a María: claveles, hierbabuena, rosas, lirios y retama.
(Imagen: foto de mi promoción, curso 1974-1975, quizás hecha en el mes de mayo)