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6 de septiembre de 2011

¿Escribe fino, o escribe normal?

B... naranja escribe fino, B... cristal, escribe normal. Dos escrituras a elegir. B..., B..., B..., B..., B...
¿Recordáis el eslogan?
Paso a dar un repaso de artilugios varios de este arte de escribir, entre los cuales otorgo homenaje al bolígrafo.

El primer objeto para escribir que recuerdo en mi historia de aprendizaje de grafias es una tiza sostenida por una mano de maestra. Con ella, surgían formas mágicas sobre un oscuro encerado. 
Después, me debieron presentar el lápiz, pero de ello casi no me acuerdo. Con su mina de grafito hemos aprendido a escribir, a hacer borrones, a jugar y a dibujar. Con goma en un extremo o sin ella, siempre ha sido el rey de  nuestro plumier (a mí misma me acaba de sorprender este último vocablo, palabra casi en desuso).
A medida que adquiríamos destreza caligráfica, obteníamos el salvoconducto para utilizar el bolígrafo. Éso suponía un paso de grado, por lo menos. Aún recuerdo la ilusión que me hizo cuando me regalaron el primero. No fue como los de la imagen, sino uno metalizado con varias minas de colores. Accionando unas palanquitas, podias elegir el color. Era genial.
La pluma estilográfica era otro tesoro. En mis tiempos, te la regalaban cuando hacías la Primera Comunión, pero mucho, lo que se dice mucho, no te la dejaban utilizar en la escuela..
Para mayor creación artística, los retuladores. A mí me compraron el primero suelto. Sí. En una parada de las afueras del mercado. Parada de papelería. Los vendían por unidades. Con él en la mano, me sentía reina por un día blandiendo aquella varita mágica que haría de mis títulos, subrayados y dibujos unas verdaderas obras de arte.
Conseguíamos el estuche (o plumier) al completo con los lapiceros de colores (yo siempre ordenaba los colores en el mismo orden en que venían: blanco, amarillo, naranja, rosa, rojo...), una goma y una maquineta, que era como yo llamaba al sacapuntas.
Los tiempos han pasado. Todo se ha modernizado. Ahora, que si tintas blancas para borrar el boli, que si rotuladores fosforitos, que si lápices de ceras, que si gomas para el boli, con muñecos, sin muñecos...
Pero hoy quiero rendir un homenaje al bolígrafo por el tiempo que me ha acompañado, que me acompaña y que me acompañará.
Los hay que lo son de toda la vida: para muestra, los de la imagen. Pero ¡atent@s!. Ahora ha aparecido la versión "plata". Hoy la he descubierto. Se trata del clásico boli azul de esta marca reconocida. Parece recién llegado de otro planeta. ¿Supersónico? Ya veréis que no lo es. Es ¡impactante!
Pero ¿escribirá fino o escribirá normal?.

(Imagen: elcompas.com)

Suavemente


Suavemente: me apetecía compartir este tema.
"Killing me softly with his song" por Roberta Flack, basado en un poema de Lory Lieberman. 
Suavemente me mata con su canción.
Besos.


(Imagen:gotasaarmonia.blogspot.com))