Un tintineo melodioso
de astas, palos, mástiles y trinquetes
del mar en el puerto rezagados
han barrido hoy del cielo con destreza
cualquier huella
cualquier rastro.
Y abandono voluntaria el azul
que me acuna en el ocio
de estos días de descanso.
Y renuncio presto del puerto sus cadencias,
caricias saladas que me embriagan,
para veros, despediros con un beso,
recibiros a la vuelta,
y estar de nuevo juntos
aun a riesgo de quebrantos,
porque...
ni contigo ni sin tí:
ésto de ser padres tiene remedio.
aun a riesgo de quebrantos,
porque...
ni contigo ni sin tí:
ésto de ser padres tiene remedio.
Totalmente de acuerdo. Me agrego a ese sentimiento maternal. Por siempre y por muchos años que sea con y para ellos. Bsts.
ResponderEliminarEl azul y su hechizo... cuesta abandonarlo y dejar de respirar su sal.... en cuanto a los hijos siempre se ha dicho que son 9 meses de enfermedad y toda una vida de convalecencia... pero eso queda eclipsado con todo lo que llenan esos hijos, y con la felicidad que regalan gratuitamente.... un beso.
ResponderEliminarHola guapi,t'he deixat un regalet virtual al meu blog.
ResponderEliminarUna abraçada
Carol
Echan velas, y se lanzan al mar.
ResponderEliminarY aquí estamos esperando la resaca, el puente que los devuelva a los cuentos y hacia un futuro que los haga felices.
Besos, Paqui.